A Jeison le faltó oxígeno al nacer, lo que le causó parálisis cerebral. La partera que atendió el alumbramiento no sabía que el bebé estaba de pie en el vientre de su madre; además de la parálisis, tuvo daño en la cadera por la manipulación de la partera.
Un médico, recuerda Miriam, la mamá de Jeison, le dijo que su hijo no podría hablar ni caminar: “no va a servir para nada”.
“Jeison vino al mundo para estar de pie, para liderar y ayudar a los demás”, afirmó su mamá en un reportaje de El País Cali.
Ahora, de 39 años, Jeison Aristizábal termina de dar una conferencia en la primera universidad en América Latina para personas con discapacidad (pcd), que él mismo fundó.
Comunicador social, abogado y fundador de la Asociación de Discapacitados del Valle (Asodivalle), ubicada en una de las zonas más vulnerables de Cali, Jeison fue reconocido con el premio CNN Héroes: An All-Star Tribute en 2016 por su trabajo con las pcd.
“En el comedor de la primera universidad para personas con discapacidad que Jeison acaba de fundar hay un mural en el que se lee: ‘Ángeles que me cuidan’. En el mural se observa una foto suya y a su lado los cantantes Maluma y Marc Anthony, con alas, como si efectivamente fueran ángeles. Cuando le pregunto por esos amigos famosos, Jeison se sonríe. ‘Son bendiciones que me da Dios’”, relata el reportaje.
La fundación Maestro Cares, cofundada por Marc Anthony y Henry Cárdenas, así como El Arte de los Sueños, de Maluma, son las principales donatarias de la universidad, además de las empresas Constructora Bolívar, Cementos Argos, Sidoc, Tecnoglass y Pintuco.
Fue en agosto de 2020 cuando iniciaron las obras que costaron en total 850 mil dólares, dijo el medio.
En marzo próximo será la inauguración de la universidad que cuenta con rampas para el desplazamiento de sus futuros estudiantes.
Sin poder caminar, gatear ni hablar como otros niños, una TAC confirmó el diagnóstico de parálisis cerebral causada por esos segundos que tardó Jeison en nacer.
“A veces creemos que la vida es de años, de meses, cuando en realidad es de segundos. La vida le cambia a uno en segundos. Cuando uno entiende eso, no pierde el tiempo renegando, en cambio se aprende a disfrutar cada instante. Disfrútese la vida hoy”,
, dice Jeison en su conferencia, titulada “Tres secretos para ser feliz”.
La vida del activista cambió gracias a que su mamá lo llevó a las terapias de lenguaje y tratamientos de rehabilitación para volver a caminar, siempre con la idea de que su hijo no permaneciera en una cama.
Sin embargo, al padre de Jeison lo mataron en una riña y Miriam quedó al frente de la familia y con cuatro hijos a los que mantenía gracias a un puesto en la Feria de Cali, donde vendía alcohol.
“Jeison vuelve a mencionar a los ángeles. En esos años en los que su mamá lo acostaba junto a sus hermanos en la carpa, llegó uno de 25 años. Un hombre que se enamoró de su mamá y les entregó su amor a sus cuatro hijos. A su padrastro, Jeison le dice orgulloso ‘papá’. Mientras su papá se encargaba de sostener la casa, doña Miriam se dedicó a la recuperación médica de su hijo”, continúa el reportaje.
Con el tiempo, un psicólogo explicó que aunque tenía dificultades para hablar y caminar, el intelecto de Jeison estaba intacto, por lo que necesitaba estudiar.
Miriam decidió que su hijo iría a una escuela para niños “normales”.
El bullying no tardó en aparecer, con compañeros que le preguntaban a Jeison si su forma de hablar y caminar se debía a que estaba borracho.
Triste, el niño le decía a su mamá que no iba a volver a la escuela, pero la señora respondía que tenía que madrugar para llegar a tiempo al colegio.
“Y esa fue la mejor lección que me pudo dar mi madre: me enseñó a enfrentar las dificultades. Yo quería esconderme, pero mi mamá me mostró que debía enfrentarme a los problemas”, contó Jeison.
Ese recuerdo le llevó a fundar la universidad como una forma de evitar que otros jóvenes con discapacidad se enfrenten a los mismos rechazos que él y su familia tuvieron que vivir.
La universidad tendrá una facultad de inteligencia artificial, pensada para personas que no pueden mover sus extremidades pero sí los ojos, o para quienes están dentro del espectro autista.
“El propósito de esta universidad es cambiar el concepto de la palabra discapacidad. Porque cuando te dicen ‘tu hijo es autista’, el primer pensamiento es: no va a poder. Desde la universidad decimos: sí puede. Se necesita formación”, sentenció Aristizábal.
En la universidad, que iniciará clases este mes, igualmente habrá idiomas, así como diseño gráfico.
El activismo de Jeison no es nuevo, ha conseguido sillas de ruedas, sesiones de terapias, así como fundado ocho casas de Asodiscalle, donde además de rehabilitación, hay primaria y bachillerato para 800 niñas, niños y jóvenes con discapacidad que acuden con niños sin discapacidad en el colegio Porfirio Barba Jacob, especialista en inclusión social.
“Cali tiene 200 mil personas con discapacidad. 50 mil están en edad laboral. La tarea que tenemos en la universidad es larga. Arrancamos con 300 estudiantes hasta llegar a mil 500. Pero más allá de nuestra capacidad, lo que soñamos ahora es replicar este modelo en el mundo.
“Entre Argentina y México puede haber 10 millones de jóvenes con discapacidad en la casa, sin hacer nada por falta de oportunidades.
¿Cuántas mentes brillantes como la de Stephen Hawking no estarán por ahí, viendo televisión, porque no tienen dónde formarse?”
dijo Jeison.
Por Redacción Yo También
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